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Los momentos de Boca y River no son los mejores. Ambos eliminados de la copa sudamericana, tampoco logran hacer pie con comodidad en el campeonato apertura 2009, donde esta semana cayeron contra Godoy Cruz y Arsenal.

Los del "Coco" Basile cayeron de locales en la Bombonera ante un Godoy Cruz rebelde, que logró dar vuelta un 2-1 en contra y se impuso en una Bombonera que ya no intimida a nadie, ni siquiera a los cuadros más modestos del campeonato. Los grandes estandarte de esta última década ya sienten el inevitable paso de los años. El "Pato" Abbondanzieri ya no salva al equipo en momentos complicados, el "Negro" Ibarra ya no corre la banda con vehemencia, "Riquelme" cada vez pierde más volumen de juego y Battaglia va perdiendo resto físico para dominar todo el ancho de la cancha. El caso más evidente es el de Morel, que, hoy por hoy, es un jugador bastante penoso, que no aporta nada ni en defensa ni en ataque y cuya presencia parece ser más bien nominal. El supuesto recambio generacional tampoco está dando los resultados esperados.

El tema de River no es sorpresa, se siguen agudizando problemas que vienen desde una década a esta parte y desde un par de años de forma mucho más grave, con último puesto incluído.
Si creían que por volver a juntar a dos viejas glorias como Ortega y Gallardo, iban a solucionar algo, estaban muy equivocados. El plantel millonario sigue careciendo de equilibrio y de grandes estandartes que puedan darle al equipo una solidez y confianza necesaria para pelear por grandes cosas. No hay grandes jugadores y el plantel navega en una mediocridad impresionante, dependiendo de viejas glorias(Ortega, Gallardo) o vendehumos(Fabbiani).